Naruto conversa con su padre, causando que éste se conmueva, soltando una lágrima al ver el crecimiento que su hijo tuvo y la nostalgia que le produce tras parecerse a su esposa. De vuelta, en el campo de batalla, Naruto se transforma en Kurama para enfrentarse a Obito, pero el segundo Hokage lo detiene para recordarle que sólo el senjutsu es eficiente contra el jinchūriki del Diez Colas, dejando como tonto e impresionado al Uzumaki porque lo había olvidado. En el subconsciente de Naruto, Kurama se burla de su jinchūriki por lo torpe que era y lo informa de que él puede usar el Modo Sabio, junto con el Modo Bestia con Cola, ya que en la batalla contra Nagato, accidentalmente, combinó ambos poderes tras enfurecerse por las palabras que este último había dicho. Después de una pequeña conversación con el nueve colas, Naruto combina ambos estados mientras Minato se convierte en Kurama. Seguidamente, el Cuarto Hokage crea un Rasengan gigantesco y Naruto le imbuye senjutsu, con el fin de que Tobirama los teletransporte a la ubicación de Obito, en donde padre e hijo lo atacan con toda su fuerza, pero el jinchūriki del Diez Colas utiliza una esfera negra para crear un escudo que lo protege del impacto, provocando que éste, junto con sus oponentes, salgan arrojados como producto de la colisión. Posteriormente, Naruto empieza a crear una enorme Bomba Bestia con Cola infundida de senjutsu, dejando frustrado a Sasuke por lo fuerte que se había vuelto. Sin embargo, Obito decide iniciar el Tsukuyomi Infinito, así que comienza a liberar al Diez Colas de su interior, quien se transforma en un gigantesco árbol que deja sorprendida a la Gran Alianza Shinobi.